Esquizofrenia infantil

Seguro que en algún momento habéis oído la palabra "esquizofrenia", ya sea mencionada en el diálogo de una película o bien lo habéis leído en cualquier artículo de cualquier periódico. Seguro que también sabéis lo que es, pero por si acaso, os lo explico: la Esquizofrenia es un trastorno psicótico caracterizado por un deterioro grave de la percepción de la realidad, presencia de delirios o alucinaciones, aislamiento social y pérdida notable de la capacidad de concentración, entre otros. Más de 21 millones de personas en todo el mundo están afectadas por este grave trastorno mental.

Sin embargo, esta cifra se ajusta con más exactitud a personas adultas.

Pero, ¿y qué hay de los niños?

1 de cada 5000 niños padece esquizofrenia infantil, es decir, esquizofrenia diagnosticada antes de los 13 años.

Esta enfermedad se caracteriza por una serie de cambios en el adolescente sin motivo aparente, como pueden ser la apatía, aislamiento social, tensión, nerviosismo, abandono, ansiedad generalizada, insomnio, etc.

Existen diferentes tipos de esquizofrenia según los síntomas que predominen:

· Esquizofrenia paranoide: predominan los delirios y las alucinaciones

· Esquizofrenia catatónica: predominan los trastornos psicomotrices graves

· Esquizofrenia hebefrénica o desorganizada: predominan los trastornos afectivos y la incoherencia. Pérdida de capacidad asociativa y conducta muy desorganizada.

· Trastorno esquizofreniforme: trastorno psicótico agudo de tipo esquizofrénico pero que no cumple la duración mínima de tiempo para ser diagnosticado de esquizofrenia.

En la actualidad no existe tratamiento ni cura alguna para este trastorno, aunque los pacientes pueden someterse a terapia y a programas de apoyo psicológico; también pueden tomar fármacos que les ayuden a controlar ciertos síntomas de la esquizofrenia, como pueden ser los delirios o alucinaciones.