miércoles, 2 de diciembre de 2015

Tromboangeítis Obliterante

La Tromboangeítis Obliterante, también conocida como Enfermedad de Buerger debido a su descubridor, es una vasculitis de los vasos sanguíneos de las extremidades, la cual puede provocar dificultades en el flujo de sangre y ocasionar coágulos. Esto puede causar dolor, daños en los tejidos e incluso gangrena. En los casos más extremos pueden ser necesarias las amputaciones.



Está comprobado que el tabaquismo es el principal factor de riesgo para el padecimiento de esta enfermedad, por lo que los principales afectados suelen ser fumadores. Así mismo, esta patología tiene una mayor incidencia en hombres que en mujeres.





SÍNTOMAS


En la fase inicial de la falta de irrigación sanguínea en las extremidades se producen parestesia (sensación de calor, frío o cosquilleo), para a continuación sentir un dolor que puede llegar a ser muy intenso.



Pueden aparecer también trastornos vasomotores: desde hipersensibilidad al frío con palidez en los dedos hasta cianosis (coloración azulada) de pies y manos debido a isquemia.




SIGNOS



Es habitual la aparición de necrosis y ulceraciones en las falanges de los dedos, así como la ausencia de pulso arterial en la arteria tibial posterior, dorsal del pie, radial o cubital.



También pueden aparecer síntomas de flebitis (inflamación de las venas) en forma de nodulaciones redondeadas o lineales de color rosado o rojo, dolorosos a la palpación.



La presencia de necrosis en las falanges es un síntoma de
Tromboangeítis Obliterante



Para diagnosticar un caso de tromboangeítis obliterante es necesario llevar a cabo unas pruebas que puedan mostrar el bloqueo de los vasos sanguíneos en las manos o pies afectados:


  • Pletismografía: Ecografía de una extremidad
  • Ecografía doppler de una extremidad
También pueden realizarse análisis de sangre para determinar otras causas de la inflamación de los vasos sanguíneos, que pueden ser diabetes, esclerodermia y ateroesclerosis.



No existe cura para esta enfermedad, por lo que su tratamiento se encuentra dirigido a controlar los síntomas y prevenir el empeoramiento del afectado:

  • Abstinencia total del tabaquismo
  • Control del dolor: utilizar paracetamol; en caso de dolor intenso, usar analgésicos opioides
  • Tratamiento tópico: apósitos antisépticos; tratar la necrosis y las ulceraciones
  • Tratamiento para mejorar la circulación sanguínea: tiene carácter paliativo

No hay comentarios:

Publicar un comentario